DIARIO DE UN PROFESOR NOVATO - LAS NOTAS. Por Michael Barlow

A Barlow no le gustaba el método de calificar a los alumnos
con una nota, debido a que hay ejercicios que son más subjetivos de corregir y
la nota puede variar según la persona que la corrija. Así que decidió poner en sus calificación bien,
muy bien, puede mejorar, etc. y corregir entre toda la clase, de forma anónima,
los ejercicios.
Es cierto que a los alumnos/as, y me incluyo dentro de este
grupo, nos califican a base de notas. Para muchos/as docentes somos simplemente
números, es decir, se quedan con las calificaciones que nos ponen en trabajos o
exámenes, por lo que hay alumnos que son un 3, otros, un 6, otros un 10, y así.
Estos docentes no ven el esfuerzo que hay detrás, no valoran el progreso, no
saben las circunstancias por las que ese alumno haya pasado días antes de
realizar un examen, que han podido influir a la hora de realizarlo, etc. Un
alumno puede sacar un 4 en un examen final, pero, tal vez, haya progresado y se
haya esforzado más que otro que haya sacado un 8. Con esto no quiero justificar
a los alumnos que suspenden, lo que quiero decir es que los docentes nos deberían
de ver cómo personas; ver todo lo que vamos progresando y todo lo que nos vamos
esforzando a lo largo del curso; que si nos cuesta más realizar alguna tarea o
entender algún contenido, que nos ayuden en vez de ponernos más trabas por el
camino; y, por último, que no se centren solamente en una nota obtenida en un
trabajo o en un examen, sino que echen la vista hacia atrás y miren todo el
recorrido que ese alumno lleva.
Bibliografía:
Barlow, M. (1978). Diario de un profesor
novato. Salamanca: Sí
gueme
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